miércoles, 29 de febrero de 2012

DECIR QUE NO

Decir que no a la mayoría de los seres humanos nos resulta difícil y más a quienes queremos, pero en ocasiones es necesario por el bien de uno mismo o el de los demás, por ello, yo junto con un compañero he escrito una situación en la que se plasma perfectamente el decir que no en el dia a dia de cada familia con ejemplos diferentes.



Las amigas de Paula, una chica de 18 años, han decidido irse de interrail y a Paula le da miedo preguntarselo a su padre porque teme que la respuesta sea que no.


Un padre y su hija se encuentran en el salón de su casa. La hija nerviosa quiere pedir algo a su padre pero no se atreve porque teme la respuesta. Finalmente se decide y se acerca a él…
Paula: ¡Papi!
Padre: Dime, hija
Paula: ¿Sabes que Ana y Cristina se van de interrail este año?
Padre: ¿Si? ¡Qué bien! ¿no?
Paula: Si, papi. Y me estaba preguntando, tu que eres tan buen padre y tan simpático con tu hija. Si me podrías dejar ir con ellas.
(Paula sonríe de forma nerviosa y cruza los dedos, mientras su padre ya con cara de pocos amigos contesta)
Padre: No, ya hemos hablado de esto mil veces.
Paula: Pero, ¿Por qué no papi?
Padre: Paula, eres demasiado pequeña para estar andando sola con tus amigas por Europa. Todavía no sabes lo que es el mundo.
Paula: Pero si no me dejas conocerlo ¿Qué? ¿Voy a tener 35 años y me vas a seguir reteniendo en casa? Además Ana ya tiene 19 años
Padre: Tienes razón hija pero todavía no es el momento. Nunca te has ido sola de casa asique no te vas a ir ahora a dar tumbos por Europa. Poco a poco hija. Además imagina como se pondrá tu madre si te vas todo el día preocupada por su hijita.


Paula: Pero si mama me ha dicho que hable contigo. Siempre estáis igual “Mama: habla con Papa, Papa: habla con mama” pero nunca me decís ni me dejáis hacer nada.
Padre: Paula déjate de tonterías sí que te dejamos hacer muchas cosas que no nos gustan como que vengas del doblón ese a las tantas de la mañana.
Paula: Pero papa, no es lo mismo además eres un mentiroso, tú me contaste que cuando tenías 17 fuiste con tus amigos a Roma y además tu tenías moto y yo no. Asique no me hables de peligros y de que si no conozco el mundo… blablá
Padre: Jajajaja, eso no es lo mismo. Lo de la moto ya lo hemos hablado muchísimas veces.
(Paula corta a su padre)
Paula: Ya lo sé, eso no es el tema pero ¿Y lo de Roma?


Padre: Ahí iba a ir ahora, hija cuando te enfurruñas no me dejas hablar. A Roma fui yo con los curas de mi colegio. Asique si quieres ir con tus profesoras del colegio yo te dejo ir encantado.


Paula: No, eso sí que no.
Padre: Para que veas hija que no soy tan duro contigo, la primera vez que me fui solo de casa con mis amigos tenía 20 años.
Paula: ¿Y si a ti no te hacía gracia quedarte en casa cuando tus amigos se iban de vacaciones por ahí porque me lo haces a mí?
Papa: Porque con el paso del tiempo me he dado cuenta de que en su día mis padres hicieron lo correcto. Ahora no te das cuenta Paula, pero vas a tener tiempo para todo.
Paula: Papi, entiendo que no me dejes un mes entero por Europa, pero ¿Por lo menos una semanita a Salou?
Padre: Bueno hija ya hablaremos.


En esta situación se trata de decir que no pero de una forma asertiva y así lo consigue, ninguno, ni padre ni hija esta por encima del otro hay argumentos y explicaciones para ambos y finalmente una solución que gusta a las dos partes.


Muchas veces nos cuesta pedir cosas, no solo a los padres si no a jefes, amigos etc. por miedo al no, pero en verdad no tenemos miedo a la palabra NO, si no a como creemos que nos lo van a decir, por eso si todos intentamos ser lo mas educados y asertivos posibles daremos con una comunicación más fluida y por lo tanto mejor.


                                                            FIN




Muchas de las veces que queremos plantear algo que verdaderamente nos importa o interesa tenemos miedo a plantearlo por el posible NO. Hay que saber que el no, siempre lo tenemos y que hablando de una forma civilizada y con educación, muchas veces, el no inicial se puede convertir en un si o simplemente que sea un si de primeras.
Las formas no son importantes si no MUY importantes y por eso debemos de cuidarlas independientemente de a quien hablemos.




1 comentario:

  1. Es verdad que el no siempre lo tenemos, lo que pasa que hay que saber plantear las cosas y hablar de una manera civilizada como tú dices. Esta práctica es una de las más importantes de las que hemos hecho y debemos aprender a decir que no, porque si no muchas veces tendremos que pagar las consecuencias.

    ResponderEliminar